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La Celestina

La Celestina tiene una elevada vibración de energías divinas llevándote a una paz infinita en el mundo espiritual permitiendo el contacto con los reinos angélicos. Lleva al ser a comenzar su desarrollo espiritual impulsándolo a su elevación.

La Celestina ha sido dotada con la esencia de los reinos celestes. Se trata de un cristal naturalmente terminado, transparente, y de color azul suave; suele encontrarse en formaciones de drusas y en geodas. La Celestina facilita la energía pacífica y la lucidez mental con más fuerza que cualquier otra piedra del espectro azul. Aunque pueda parecer tan dura. como un Cuarzo celeste y azul, es en realidad una piedra muy suave, frágil y sensible al calor. Si permanece demasiado tiempo expuesta a los rayos del sol, tal vez pierda brillo y colorido, hasta volverse incluso apagada y triste.

Quizá hayas contemplado más de una vez un cielo azul, dejando que la mente se expanda en las magnitudes espaciales. Si es así, ya conoces el significado de la esencia cristalina. Este hermoso ente cristalino escolta la conciencia humana hasta los reinos celestes, donde los pensamientos se liberan de las preocupaciones y los disgustos de la vida física. El rayo azul reflejado por la Celestina es una representación pura de esa paz profunda que sólo se alcanza cuando la mente transciende los niveles más bajos del pensamiento y establece una identificación con el ser puro. La Celestina ayuda a mantener la sensación de seguridad personal, ya que la conciencia controla dimensiones mayores. Invita a la mente a entrar en un estado de apertura y conocimiento ilimitado donde no son influencias los pensamientos ni las ideas fragmentarias, ni las nociones conceptuales. Si aplicamos una Celestina en el Chakra Causal, esta piedra azul y luminosa elevará la conciencia hasta un estado alerta y silencioso donde los esquemas pensativos de la paz acaban arraigándose en niveles causales de la mente.

Puedes dar forma a una fuerza fenomenal si logras acceder a esta paz. Disfrutando de un conocimiento abierto y total, un saber que no puede definirse ni suscitar ningún tipo de expectación, sentirás en ti una fuerza hasta entonces ignorada. La fuerza suele definirse con giros de este tipo: "el fin justifica los medios". La historia humana consta de numerosos capítulos en que tribus, naciones y pueblos se usurparon poderes unos a otros valiéndose de una prepotencia física. Hoy día, la Celestina establece una nueva definición de la fuerza, según la cual una flor vale más que una espada. La belleza exquisita de la flor es en extremo sencilla, y sin embargo nos instruye como un buen maestro. La fuerza de la flor reside en su confianza innata: su semilla plantará raíces en la tierra, y las desarrollará sabiendo que todas sus necesidades serán cubiertas por el creador.

La Celestina nos comunica ese mismo mensaje de confianza, mostrándonos que la verdadera seguridad exige apertura de la mente ante la visión de un océano espiritual libre de juicios y preocupaciones asociados a la vida terrenal. La visión que transmite la Celestina cuando se aplica al tercer ojo es un panorama de coexistencia pacífica e interacción en armonía con todos los aspectos de la creación. Cuando la mente ha grabado ese nuevo esquema mental, se convierte en una posibilidad capaz de cobrar una forma física tangible. Y siendo el azul celeste el color asociado al chakra de la garganta, la Celestina será eficaz igualmente si se lleva o luce en ese centro de energía. Ayudará a transmitir las impresiones causales de la paz con palabras exactas, dotadas en su contenido sonoro del poder de arraigar la realidad de la calma y la serenidad.

La Celestina es una piedra única para emplear de este modo cuando procuramos conscientemente solventar las tensiones nacidas en situaciones de estrés, y circunstancias interpersonales. Con este fin, sabrá colaborar con un Cristal Canalizador; y de su labor conjunta, ganará en claridad el mensaje de la Celestina .

Si meditas con Celestina, duermes con ella, o la llevas puesta, la frecuencia azul glacial de la Celestina apaciguará la mente agitada, calmará emociones descentradas, relajando la tensión muscular, pues ella da a entender el significado verdadero de la pasividad. Su presencia pacífica, amante y fuerte convierte a la Celestina en un buen amigo, algo en que confiar, sincero, y más en estos tiempos de finales de siglo y transición histórica.

 

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